El martes pudimos realizar una visita turística al casco antiguo de Ávila. Nada más bajar del autobús y en el centro de recepción de visitantes pudimos ver unas replicas a escala de las nueve puertas de la muralla realizadas en madera. Al salir a la calle, la primera visita fue a la Basílica de San Vicente, donde los monitores nos explicaron varios relatos históricos y leyendas relacionadas con esta construcción Románica. Después pudimos pasear por el lienzo este de la muralla, donde pudimos ver al natural, la puerta de San Vicente, las piedras sepulcrales del antiguo cementerio romano (cistas). También nos explicaron datos y curiosidades importantes sobre la muralla de Ávila y la catedral de San Salvador. Pero lo mejor estaba por llegar. La subida a la Muralla de Ávila, por la puerta del Alcázar, era como trasladarse en el tiempo y sentirse un caballero medieval que se dispone a defender su ciudad. Una vez arriba pudimos contemplar todo el valle Ambles, la plaza de Santa Teresa o Mercado Grande y una vista menos conocida de la Catedral. También tuvimos tiempo de comprar algunos recuerdos para nuestras familias.